martes, 9 de junio de 2009

Voto...¿blanco?



Lunes 6 de Julio del 2009, siete de la mañana, suena el despertador…un día después de las elecciones y me sigo preguntando: ¿Quién habrá ganado?... ¿Quién será el nuevo Presidente Municipal de mi ciudad?...

Nueve de la mañana, rumbo al trabajo (si, ese en el que no me pagan horas extras, ese en el que ni siquiera se si me han inscrito al IMSS. Una voz en la radio anuncia que al parecer ya existe un ganador “extraoficial”, ni modo…

Nunca he sido militante de ningún partido, por lo tanto el ganador me da lo mismo…
-Si, si fui a votar- respondí al cuestionamiento del locutor, -…Pero no, no estoy satisfecho- replique.

Doce del mediodía, el ganador obtuvo el diez por ciento de los votos, su contrincante más próximo obtuvo solamente el tres por ciento de los votos y hubo un cuatro por ciento de abstencionismo -¡Que tontos…que no saben que si se abstienen no podremos llamarlas elecciones democráticas¡- pienso mientras sorbo una taza de café.

De pronto, me abruma lo pesado de una duda… ¿Y el ochenta y tres por ciento restante del padrón, que paso con sus votos?...

Tres de la tarde (hora de comer), tarde veinte minutos en llegar a mi casa por el mal funcionamiento vial, dos semáforos descompuestos y ni un solo elemento de tránsito para mediar la situación.

Tres y media de la tarde (por fin en casa), durante la comida, mi hijo mas pequeño me dice: “Papá, hoy me pidieron material para un proyecto de ciencias”…-¡Que no entienden, no entienden que no hay dinero…que no nos alcanza!- me miró con ojos tristes, creo que lo asusté.

Subo a descansar cinco minutos, en las noticias dan respuesta a mi pregunta, “Ochenta y tres por ciento del padrón electoral ha optado por el voto blanco (igualito que yo).

Siento un vacío inmenso en el estómago…pensé que solo unos pocos optarían por esta opción, y no…-Me hubiera informado, lo hubiera analizado- pienso mientras me pongo los zapatos.

Cinco de la tarde, aún en el trabajo reflexiono sobre la situación de las elecciones…caigo en la cuenta que el ganador, “mi” presidente municipal, fue elegido por una minoría, minoría que ha elegido por mi…

Ocho de la noche, llevó dos horas extras en la oficina, otra noche que no pude arropar a mis hijos, otra noche más que mi esposa pasará la noche en vela por que no llegaré para la cena.

Once de la noche…Ya casi termino, subo al auto, y pienso – Que malo, creo que me equivoqué…debí haber votado…no debí cederle mi derecho a quienes no conocen mi situación, a quienes no pueden hacer nada por ayudarme-

Doce de la madrugada…acostado ya en mi cama me pregunto-… ¿Quién habrá elegido por mí?

La historia del voto blanco no es nueva, han sido ya varios países en donde esta opción ha sido tomada con una aceptación muy grande.

En 1957, durante el proceso electoral de Argentina, Juan Domingo Perón hizo un llamado a sus seguidores a ejercer el voto blanco como símbolo de protesta.

¿Resultado?... 25% del padrón electoral de ese país opto por el voto blanco, el partido ganador tuvo el 22% por ciento de los votos.

En Perú durante las elecciones del 2001, el 30% del padrón realizó un voto blanco, al igual que España y Francia en donde esta tendencia, ha ido en aumento.

La pregunta es: ¿Realmente sirve? ¿Se obtiene algo al realizar un voto blanco?...por que, digo…al final del día se proclama ganador al que junte la mayoría de los votos, sea cual sea el total del padrón, y sea cual sea el porcentaje obtenido.

En México se está realizando una campaña muy fuerte a favor del voto blanco liderada por Luis Manuel Pérez de Acha (http://www.votaenblanco.org.mx/), donde se invita a los ciudadanos a acudir a la casilla electoral vestidos de blanco, realicen el proceso regular y al final, anulen su voto y obvien su derecho de elegir.

Derecho…derecho impugnado por aquellos que incitan al abstencionismo…por que NO podemos decir que ejercer el voto blanco es la manera mas acertada de exigir que México no se pinte de colores.

Si, reconozco y estoy de acuerdo con aquellos que piensan que el sistema político del país se ha vuelto un circo, una farsa, en donde el interés principal esta otorgado a unos cuantos.

Abstenerse y ejercer el voto blanco son homónimos de la misma enfermedad, la indiferencia de los ciudadanos hacia su país, hacia la evolución y la satisfacción de sus necesidades, no puede, ni debe ser motivada.

La información es poder. Obtengamos el poder de elegir un México honesto, un México que exija ser atendido, que indignado por el poco compromiso de sus gobernantes inicie el camino hacia la alternancia política.

En donde todos, como un mismo país, logremos un cambio, y así relegar a quien esté en el poder, y no lo merezca, a quien este en el poder y no pueda con el cargo..a quien esté en el poder, por equivocación, no por resignación.

Este 5 de Julio… ¡vota!... por ti, por los tuyos…por México.

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