miércoles, 27 de mayo de 2009

Libertad a colores


Hace ya algunas décadas que la revolución sexual monopolizó el mundo, abriendo las posibilidades de elegir abiertamente con quien te gusta irte a la cama, o al menos esa idea fue la que nos vendieron en su momento, una utopía en donde ser gay, simplemente no importaba. Al día de hoy, casi 50 años después de esta pseudo revolución la estandarización de derechos e igualdades, pues es simplemente lenta.


En el discurso que dio Zapatero cuando se legalizaron los matrimonios gay, se tocan muchas fibras emocionales en donde quienes son gay o gayfriendly (como yo), podemos sentirnos seriamente enternecidos por esta situación.


Pero veamos a fondo, desde el inicio Zapatero hace mención del “compromiso electoral” que debía cumplir con la comunidad LGBT, lo cual, si me lo preguntan, es una clara señal de distancia entre su pensamiento real y lo que tuvo que hacer para ser aceptado por ellos y así llegar a la silla presidencial.


Ahora, la apertura del país español a esta ley, es claramente un indicio de la presión social que la misma comunidad LGBT ejercía para ser reconocida y respetada, y como buena estrategia Zapatero puntualiza el derecho a la libertad, refiriéndose constantemente a este factor, sin embargo poco menciona sobre el matrimonio per se, situación que se entiende por el cuidado tan detallado que debía tener hacia la comunidad española que esta en contra de esta ley.


Si hablamos de la argumentación del discurso, pues francamente fue muy vaga, el discurso esta totalmente dirigido al pathos, a la identificación de cada ciudadano con la idea de ser prisionero por ser diferente. No mencionó en ningún momento datos importantísimos sobre el abuso a la comunidad LGBT, situación que pudo haber hecho cambiar de opinión a los no simpatizantes de esta renovación en el código civil español, datos como que existen aún países que no permiten la entrada a estos individuos por el hecho se su preferencia sexual, tal es el caso de Belice, como Rusia que impide la donación de sangre a gays, y así como estos casos existen muchas violaciones a los derechos humanos de esta comunidad.


Zapatero menciona que no existirá como resultado de esta ley una ola de agresión, sino que disminuirá el dolor de seres humanos, como si el derecho de casarse garantizará la no discriminación a esta minoría (que déjenme decirles que ni tan minoría), como si esto garantizara un alto a los crímenes homofóbicos en el mundo, y aún califica de mejor sociedad a España.
La conclusión me gusta, citar a Kavafis individualista empedernido de la poesía trágica, es simplemente fuerte, directo y fulminante.


Ahora, fuera de la crítica a este discurso, reconozcamos las diferencias que existen, no podemos seguir viviendo con vendas en los ojos, mismas que no nos dejan ver mas allá de lo que no es confortable para unos.


Libertad es reconocer el universo del otro, es dar espacio para ser, es creer que la originalidad del ser vive en los pensamientos puros de cada invidividuo.

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