jueves, 8 de mayo de 2014

Reflexión... y al final me salió lo godinez


La lluvia enmarca inmaculadamente la mañana, y en el fondo de la cama mis pies fríos (eso sucede  cuando la noche se pasa en solitaria compañía, y a uno no le queda mas que escurrirse entre todas las sabanas y cobertores que encuentra a su paso), la alarma sonando desesperadamente como si quisiera tomarme de la mano y meterme de un empujón debajo del agua de la regadera (regadera si, la tina del baño sería mucho glamour para una quasi treintona como yo).

Me visto con el disfraz de siempre, ese que me acomodó la sociedad burocrática y porfirista que aún alberga mi país: “Debes ser alguien la vida” y que muy a mi pesar, compre con la última monedota de Sor Juana que hibernaba en mi carterita de Hello Kitty hace casi 24 años. (¿Qué tiempos no? Yo traía mil pesotes para mi solita y además le daba “bajin” a mi primo con lo suyo, así que prácticamente era “millonaria” para los estratos sociales que se manejaban en la primaria).

¿Tacones? Para nada, a pesar de que te paren las nalguitas y te veas mas “chic”, yo sigo bajo protesta absoluta, bueno… absoluta hasta que no me queda de otra, por que hay protocolos para todo, y a veces una tiene que treparse en algo para gritarles mas cerquita a los machitos de mi chamba, los tacones los apendejan y por lo menos dejan de decir tarugadas para escucharme, así que son mas bien una herramienta, un arma si nos ponemos mas dramáticas, y no precisamente un accesorio de moda.

“Buenos días, buenos días… ¿Qué tal? ¿Cómo estas? Buen día para ti también…” Y así recorro los pasillos antes de plantar mi huella digital en el aparatito que le va con el chisme a mi jefa de si llego temprano o no, aunque la verdad soy una fanática enfermiza del control y la puntualidad, así que nunca llego tarde, eso si se lo debo a mis papás.

Mi trabajo: Cursos, mas cursos y cursos fuera de la ciudad... Y luego sigue calificar, ponerles 10 y una carita feliz o 7 y una carita triste, 8 es el punto de pase en la empresa donde trabajo, mucho mas estrictos que en mi Universidad, allá un 6 es digno de un título, aunque te la peles en el examen y sudes como si llevarás 3 horas en el “gym”  sacando un finiquito para el examen final de Derecho Laboral, aún así te dan tu titulote y los muy cabrones exigen que les digas Licenciados, o Ingenieros, el caso es que a mi nomás me da risa, a veces me encabrono, pero luego se me pasa, hasta que me topo con otro de esos y me vuelvo a acordar.

Salgo muy temprano, a las cuatro de la tarde… bueno cuatro con veinte minutos por que sino me hacen jetas por irme “rápido”, que pinche necedad esa de los jefes de pensar que si te quedas mas tarde eres un buenazo y una persona bien chambeadora, ¡Al contrario! Si te tienes que quedar siempre hasta tarde te aseguro que algo estas haciendo mal, mala organización, mucho tiempo muerto, extender la hora de la comida, etc. Eso o de plano tu carga de trabajo es infernal y excesiva, así que ya puedes unirte al club de los  Godínez mas abusados del planeta y así todos hacen bola y se organizan un plantón en el estacionamiento de su chamba.

Creo que la sociedad necesita un cambio a conciencia, brindarle información a los líderes de las empresas donde les compartan situaciones y ejemplos como Google, Facebook o Yahoo donde les quede bien clarito lo siguiente:

  1. No, los tatuajes no te chupan ni inteligencia, ni habilidades ni competencias… Tampoco te incrementan las posibilidades de volverte un delincuente.
  2. Los uniformes despersonalizan, quitan individualidad y además casi todos están bien gachitos. Al permitirles a las personas a vestir como mejor les parezca, conocerás la personalidad completa de las personas con las que pasas mayor tiempo, como consecuencia crearás lazos más estrechos con aquellos que sean afín a ti, y el clima laboral será más liviano.
  3. Los horarios se deben respetar bilateralmente. Si la empresa te rebaja por llegar tarde, ¿Por que diablos te exigen quedarte mas tarde de lo establecido cuando no es necesario? Todos tenemos familia, amigos y gusto por actividades varias, así que no  mamen y ustedes también váyanse a disfrutar la vida.
  4. Sé buen pedo, si tienes un grupo de personas a tu cargo, recuerda que las personas trabajan contigo, no para ti… Así que únete al equipo y no te la pases de divo o diva dando órdenes sin entrarle parejo a los madrazos, te aseguro que te respetaran y admiraran más.


Bueno, dicho lo anterior y ya fuera de mi ronco pecho… Tendré un mejor día.

viernes, 11 de abril de 2014

Al tacto

Las tardes con jade entre rayos de sol,
aquellos minutos con complejo de tortuga,
y los restos de tu sombra en el asfalto viejo del portón de azul.

¿Cómo el viento pueda traer de vuelta los sentimientos?
¿Cómo es posible que aún pueda leer entre líneas la sonrisa maliciosa que guardas en el baúl de tu haber?

L piel ya solo es piel muerta,
Saliva que tiñe de miedos cada uno de los días del calendario,
esos que aún se aferran al hierro cruel que guillotina la última hebra de esperanza.

Dulces olores, resbalan como el más vulgar de los besos,
Componen en silencio el sonido del adiós más preciado,
Del más temido y el más ajeno.

El reflejo del agua sobre tu cabeza,
Como ahogándote en la agonía de no saber el camino de regreso a casa,
De apoco tus ojos ven con nuevas pupilas,
Los colores son todos nuevos, vacíos de historias y sabores,
Como si volvieras a empezar.

Y el tacto… ese cruel asesino,
Tan quieto e inmóvil como lagrimas comprimidas,
O tan benévolo como tus labios pronunciando un perdón,
Descansa improbable de conocer los surcos de los vellos de tu piel.

Pero yo los conozco, no los he olvidado,
No podría semejante blasfemia del yo…
imposible negar que algunos poros de mi alma aún reclaman tus besos.

Estúpidos engreídos,
Solo saben alabar dentro de su incredulidad,
No los notes y vuelve a tu camino,
Anda sobre arena y despeina el tiempo,
Todo debe volver a su lugar.


Deja de mojar tus labios...  ya es hora de partir.

jueves, 10 de abril de 2014

PUTA


Generalmente nos gusta que nos digan mi amor, o mi vida… cielo es aceptable y ni hablar de muñeca, preciosa o el ya mas cheesy corazón, que en lo personal a mi me caga. 


 La verdad es que creo que en el fondo a muchas nos gustaría que nos llamaran putas, así sin más ni menos… pero el estigma que rodea tal palabra impide que nos podamos asociar simple y llanamente con este calificativo, estilo de vida, forma de amar o lo que sea, que haga que seas una de ellas. 

 Según la RAE es una expresión soez y un disfemismo, una forma vulgar de denominar a alguien “mala persona”, y aquí es donde digo: ¡¿Mala persona?! ¿Neta? Ósea elegir libremente ponerte una faldita corta, hacerle ojitos a algún viejo calentón en la calle o simplemente pintarte los labios de rojo propio (ósea, rojo puta) ¿Te hace una mala persona? 

 Piénsalo así, al juzgar y calificar a cualquier persona por lo que hace, por lo que viste o por lo que cree, es ya en sí, suficiente muestra de que la mala persona y el soez eres tu, por que eso si… somos expertos en justificar nuestras elecciones, pero en descalificar y señalar las de los demás, si osan acaso, no comulgar con las que nosotros hubiéramos tomado.

 Para mi ser puta no es ir por la vida cobrando por sexo en la calle, por que si a esas vamos muchas cobran por el sexo que dan y reciben tras la puerta de su casa… y bueno no literalmente, pero entonces piensan y lo justifican: “Si este cabrón me cogió y luego se durmió y ni me pelo, ahora que le cueste…” y van y se compran algún regalito caro y ostentoso aunque no les guste tanto.

 A mi díganme puta, así fuerte y claro… a la cara o a mis espaldas, me da lo mismo, la misma carga de energía me entregan con cada letra de la palabra.

Si la dicen despacito y con cariño se siente bonito, como cuando te susurran un te amo comprometido por las ganas de sexo pervertido, que igual no se lo compras pero no puedes evitar comenzar a regatear mientras te van quitando la blusa. 

 O si lo prefieres dilo con rabia y lleno de furia, hace que lo sienta mas mío, y entre mas me encariño con la categoría, mas puta soy… ¿Quién puede si no yo, decidir ser o no así de vulgarsota y callejera?

 “Me siento sola, puta y jodida” y alguien sabia y libremente me contestó: 

 Si te sientes sola ¿Me dejas acompañarte?, 
Si te sientes puta, quiero que seas MI puta, 
Y si te sientes jodida, pues hay que jodernos juntos. 

 Y ese día, así de simple y llena de ternura, el “princesa” me pareció tan estúpidamente ligerito… que se me volvió vicio.

miércoles, 9 de abril de 2014

Estoy en proceso de reajuste... ya regresaré con mas que contar, por lo pronto solo les recuerdo que sigo aqui.